Se va a cumplir en estos días de febrero, no recuerdo exactamente cuándo, un año desde que incorporé a mi vida (chan!) el teléfono celular, cuyo nombre real es Sony Ericsson T290a.
Sí me acuerdo que meses anteriores a que me lo comprara estaba medio contrariado con invertir en él, con amigos discutíamos si era necesario y otra variedad de estupideces… igual, lo elegí pensando que me solucionaría algunas complicaciones que tenía el No tenerlo… por ejemplo la facilidad de los mensajes para breves comunicaciones y consultas a personas conocidas.
Hoy, después de terminar de pagarlo (no por ser muy caro) resalto que me ayudo mucho, en cuestiones laborales, familiares (menos), de amistad, y otra índole…
Al fin, no deja de serme útil e indispensable, aunque no soy "adicto" al pobre, lo uso como quiero.
No sé cómo es el caso de cada uno, muchos amigos lo tienen hace más tiempo y ya sufrieron roturas, lo cambiaron por nuevos modelos, etc, etc.
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