El rally Dakar Argentina-Chile culminó este fin de semana, y tuvo su paso fugaz y lento por las calles de Villa María en su tramo de enlace.
Un evento que aún para los “ignorantes del tema” resultó pasional, atractivo, mágico. Cerca de 20.000 personas lo vieron pasar por el acceso de la autopista Cba- Rosario en nuestra ciudad, en especial mucha gente agolpada alrededor de la llamada ruta pesada, y en menor numero por el Bv. Alvear y España.
A partir de los primeros rayos de sol, que encandilaban a los seguidores de la madrugada que “pasaban de largo” para vivir el Dakar en la ciudad, o los que camino al trabajo querían ver algunas motos y a Patronelli quizás, el argentino que empezamos a conocer porque estaba cerca de ganar con su cuatriciclo.
En fin, una competencia internacional, que hace dos años circulaba por desiertos de África, en Europa, en París, y el fin de semana estuvo en las calles desvencijadas de “
PD. En otros espacios de
1 comentario:
No tenía nada de ganas de ir, fui a las cinco de la mañana pero porque lo tenía que cubrir para Puntal. Debo decir que no fue malo ni aburrido como lo imaginaba porque por suerte tenía gente alrededor cebándome mates y haciéndome compañía. Igual no entiendo a los fanáticos que gritaban o se desesperaban por querer tocar a los pilotos. No digo que esté mal, imagino que ellos tampoco entienden por ejemplo la pasión por el fútbol. Son gustos distintos y está bien que cada uno disfrute con lo que le hace bien.
Un abrazo.
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