lunes, septiembre 25, 2006

Época de florecimiento


Desde el nacimiento de la primavera, el día del maestro, el día de los estudiantes, este mes de septiembre puede tener una simbología propia. Algunos dirán que es tiempo de enamorarse, de festejar con los compañeros, de reconocimiento de la tarea de los maestros argentinos.
Asimismo, creo que es una época de florecimiento: estadio donde juega la juventud, la energía esperanzadora de miles de muchachos y muchachas,

Este nacimiento de juventud colabora con el hambre de ser nuevos protagonistas del país sucesivamente desvastado en los más amplios espacios. Desde la producción alienante de cultura por grandes cadenas de medios, al temor participativo de la generación 80 del siglo XX.

Por esto, el tendernos un puente, un espacio de renovada esperanza, voluntad y acción para desafiar la inmensidad destructora que nos rodea, en la ciudad y en el mundo.
Podemos escuchar una “canción de amor mientras tanto”, pero ya sin renovar viejos temores, saliendo al sol a lustrar las utopías.

lunes, septiembre 18, 2006

LOS JÓVENES EN EL MERCADO LABORAL

Uno de los principales requisitos solicitados a la hora de ofrecer trabajo es que los aspirantes a ésa fuente laboral sean jóvenes (entre 18 y 25 o 30 años de edad). Pero paradójicamente otra de las exigencias es tener "experiencia".
Otro requisito preponderante es tener conocimientos en el campo laboral ofrecido.
Para muchos de nosotros ésos requerimientos, más la angustiante situación socioeconómica que nos obliga a conseguir dinero de cualquier manera, son un impedimento o una traba para ingresar al mercado laboral.

Trabajar para estudiar
La mayoría de jóvenes debemos estudiar para obtener los conocimientos sobre un determinado campo y cierta parte de los estudiantes debemos trabajar mientras cursamos ésos estudios terciarios o universitarios para poder pagar los aranceles de las instituciones educativas.
Primer impedimento: ¿Cómo hacer para trabajar en un determinado campo sin los conocimientos exigidos?.
Al no tener los conocimientos sobre ése campo X, debemos trabajar en otros empleos ajenos a nuestra vocación.

Experiencia laboral
Al ser jóvenes y al tener al estudio como actividad principal, la mayoría de nosotros nunca antes hemos accedido a una fuente de trabajo. De manera que, cuando vamos a buscar una fuente laboral no contamos con la experiencia necesaria.
Segundo impedimento: ¿Cómo ingresar a una fuente de trabajo sin la experiencia necesaria?.
Así, los jóvenes, quienes supuestamente somos los principales "beneficiados" por el mercado laboral terminamos siendo desplazados por personas mayores. Como consecuencia, quienes quedamos sin la chance de trabajar, debemos salir a buscar trabajos en otras partes, en lugares distintos a nuestras especialidades profesionales: es decir subempleos, sin las mínimas condiciones de trabajo.

El miedo a los jóvenes
Una vez graduados, quienes antes no tuvimos experiencias laborales debemos salir al mercado para buscar nuestro lugar En éste caso tenemos que luchar contra otro problema: la resistencia de los mayores a darle lugar a los jóvenes, sobre todo en una ciudad tan conservadora como Villa María.
Tercer impedimento: ¿Cómo ganarse el lugar frente a personas con experiencia y conocimiento?.
Ello desencadena que, como única salida valedera, los jóvenes (algunos ya no tan jóvenes) para satisfacer nuestras necesidades, la mayoría ya con familia tengamos que trabajar en cualquier lado.

Tirando currículums por todas partes
Nosotros, los jóvenes, la mayoría con títulos terciarios y universitarios o cursándolos, cuyo sostén económico en determinadas oportunidades debemos ser nosotros mismos, tenemos que conformarnos con trabajar, como quien dice, en "lo que venga".
Muchísimas veces, cuando la necesidad de constituir una fuente más de dinero en la familia asfixia, lo que nos obliga a buscar cualquier trabajo.
Cuarto impedimento: ¿Cómo trabajar en lo que "queremos" si debemos hacer cualquier trabajo, por menor que sea, para obtener dinero para sobrevivir?.
Así, tenemos que terminar tirando currículums por todas partes y muchas veces sin obtener resultados ni de un lado ni del otro.

Conclusiones
Con miles de impedimentos, los jóvenes tenemos restringidas o reducidas nuestras chances de trabajar.
Si tenemos ésa posibilidad, muchas veces son bajo condiciones inferiores., tendientes a la precarización laboral. De tal manera, los jóvenes estamos condenados a la frustración, al desánimo y la angustia en lo personal. Pero seguiremos la búsqueda.

Luis Emanuel Cecchini

martes, septiembre 12, 2006


Lista de temas de Los Tipitos, en su show en Strauss disco, Oliva, Cba.

Para estudiantes de comunicación y periodismo ¿Por qué un blog?

Por Pablo Mancini
Martes 08 de Noviembre de 2005 – del portal EDUC.AR


¿Por qué los estudiantes de comunicación y periodismo deberían tener un blog?:
Porque la idea de un blog en paralelo a cualquier actividad podemos vincularla a la de "work inprogress" joyceana. Sería la noción de obra como dispositivo abierto.
Porque un blog puede y no puede ser muchas cosas pero siempre tiene algo de tecnología de autoconocimiento y de herramienta de exploración.
Porque es una buena excusa para escribir con continuidad. Para leer, porque para escribir antes debemos leer, y si es un blog personal en el que no publicamos sobre lo que leemos por lo menos leeremos algún otro blog...es la naturaleza blogger...
Porque los blogs pueden funcionar como espacios para realizar seguimientos de proyectos, como cuaderno de ideas y como espacio-taller para la creación, para improvisar otras formas de escritura, de estilos...
Porque un blog propio es un espacio tan libre como podamos permitírnoslo y es por ello un buen lugar para combinar ideas, asociar deseos, compartir información, ejercitar la opinión y los mecanismos de argumentación.
Porque cómo vamos a transitar una carrera humanística escribiendo sólo para los trabajos prácticos. Tal como necesitamos leernos todo, y vernos todas las películas, necesitamos también escribir.
Porque si el objetivo es trabajar como periodistas no podemos esperar a llegar a la redacción para adquirir cierto ritmo de escritura.
Para aprovechar el potencial de enlazar nuestras publicaciones con las de los compañeros, haciendo una experiencia colectiva del relato y una narrativa de nivel meta que se hace entre todos.
Porque la lógica de la blogosfera es compartir, y si estamos leyendo un autor viene bien que compartamos la lectura que hacemos de sus ideas, los comentarios que nos provoca.
Porque un blog puede convertirse en un dinámico archivo de parciales, trabajos prácticos e investigaciones, accesible desde cualquier computadora conectada a la web (nunca más te olvidas el disquets y te evitas correr el riesgo de que el mail pueda no llegar a destino)
Porque su potencial es descomunal, si te tomas el trabajo de enlazar los posts entre sí podrás navegar tu experiencia universitaria, haciendo un ejercicio vital de escritura y pensamiento que te alejará de naufragar...
Porque es la forma de escaparle a la normalización de la escritura, al disciplinamiento académico, que viene bien pero que a veces nos deja a pie en el camino hacia la imaginación y la creatividad.
Porque puede funcionar como una tecnología al servicio práctico y de experimentación de la literatura.
Porque transitar la vida universitaria es una de las bisagras de la vida, y merece nuestro esfuerzo (mínimo) para dejarla registrada, para intentar una actitud reflexiva sobre ella, para interpretarla de distintas formas.
Porque la experiencia siempre tiene algo de enigmática y su lecto-escritura la define o le contornea algún sentido.
Porque los actos de lectura y escritura que encaramos ponen en evidencia las tensiones de nuestra subjetividad.
Porque los blogs son o pueden ser lo que queramos y nos pueden servir para articular en la lectura y en la escritura lo imaginario y lo real de nuestro paso por la universidad.
Porque pasar por la universidad puede ser una experiencia mucho más estimulante si intentamos pensarla mientras la vivimos; escribir sobre ella es una forma de conocerla

martes, septiembre 05, 2006

Callejeros: ¿a tocar con el demonio?


Por: José “Zephir” Glanzmann

A raíz de distintas oportunidades y ofertas para tocar públicamente, la banda Callejeros ha estado y permanece en el centro de una polémica: puede o no hacer shows después de Cromañón. Pasaron varios intentos, negativas, autorizaciones preliminares, quejas, shows íntimos y privados, más la reciente actuación en Córdoba capital, con la invitación de la banda La 66, en el boliche…
Por esto, la motivación de la nota, que empezó a gestarse con la preocupación de clarificar o recordar variables ligadas al rock en “nuestros pagos”.

Algún día pasó la tragedia que siempre estuvo rondando los escenarios y los shows del rock en Argentina: el 30 de diciembre de 2004 sucedió en el boliche Cromagnon de Buenos Aires en la presentación del grupo Callejeros.
Entonces, se enlutó el “mundo del rock nacional” y se endemoniaron las costumbres y tribulaciones festivas que se observaban en las presentaciones de los grupos argentinos.
“Durante años celebramos el ritual desaforado y el descontrol, sin comprender con suficiente hondura la necesidad de protección, los gritos urgentes de furia y desamparo de toda una generación errabunda, su (nuestro) vacío existencial” Rolling Stone, año 7, N°83 – febrero 2005.

Así, estas 194 muertes producidas en ese episodio parecen alcanzar el nivel adecuado de argumento para condenar a la banda Callejeros, a su cantante líder Patricio “Pato” Fontanet como sustanciales responsables del hecho. Asimismo, se les adjudica desde distintos niveles, como los discursos de algunos padres de las victimas, medios de comunicación y parte de la sociedad, su incidencia en la “fiesta de las bengalas”.
Ahora, no seamos parte de esta hipocresía burda, de estas eximiciones masivas de tantos grupos de rock nacional que tras el 30/12/04 han sido purificados y “castigan” a sus seguidores como si nunca hubieran integrado esas manifestaciones del rock.
No seamos ingenuos ni desmemoriados. Puedo recordar claramente recitales en Villa María, como Las Pelotas en el club Ameghino, donde se gestaban círculos entre el publico y celebrando la aparición de la banda se tiraba pirotecnia (bengalas, etc.) en un espacio cerrado. Ni hablar de otro mega recital como Los Piojos, Bersuit o La Renga, donde las bengalas estaban siempre presentes.
Pero resulta que tras Cromañon, los líderes de algunos grupos hasta se enojan y paran recitales porque ahora está muy mal prender una bengala al aire libre…
“¿Cómo hemos dejado que ocurriera esta masacre?
Es una tragedia hueca, ofrece un montón de moralejas instantáneas: revalorizar el cumplimiento de las normas, anteponer el respeto por la vida al afán de lucro, repensar las circunstancias en que consumimos rock, y también la manera en que informamos” R. S. - febrero 2005.
Por esto, no parece lo más óptimo condenar a Callejeros a cantar con el demonio. La justicia determinará la implicancia de cada actor en la tragedia, y los grados de responsabilidad penal de cada uno (por ahora, se ha sancionado como uno de los principales responsables al ex jefe de Gobierno de Capital Federal, Aníbal Ibarra, destituido en marzo de 2006 por mal desempeño de su función Pública en la tragedia).
Mientras tanto, si el grupo liderado por Fontanet desea volver a tocar en público, escuchemos sus canciones con alegría, dolor, reflexión, con autocontrol
.

¿Qué busca la gente, cuando uno sólo canta?
“Un minuto”, León Gieco y Pato Fontanet.