viernes, octubre 20, 2006

Mandame un mensaje

El auge de los SMS

En los últimos años el fenómeno de los mensajes de texto o SMS ((Short Messaging Service), ha pegado muy fuerte en nuestra sociedad, sobre todo entre los adolescentes y los jóvenes, cambiando sus hábitos y generando polémicas entre los defensores de éste tipo de lenguaje y los ortodoxos que profesan el correcto uso del idioma español. Pero mientras tanto, la cantidad de "mensajitos" enviados por día en el país creció de 18 a 66 millones en apenas cuatro meses. ¿es el modo SMS el lenguaje que se viene?, ¿Qué papel cumplen los medios?. En éste te artículo reflexionaremos sobre todas esas cuestiones.

Son múltiples los aspectos a analizar en cuanto a este fenómeno, pero uno que sobresale entre todos es el uso de los SMS como un nuevo idioma (jergas adolescentes) o para ser más precisos como una tergiversación y deformación del español.
La jerga utilizada en estos "mensajitos" se caracteriza por un afán evidente de ahorrar caracteres, suprimiendo acentos, signos de puntuación y determinadas letras y reduciendo muchas palabras a un manojo impronunciable de consonantes. Es por ello que recibe duras críticas de los defensores del uso adecuado de la lengua, quienes advierten sobre el riesgo de que su uso redunde en un empobrecimiento de la capacidad de expresión de los más chicos y hasta sugieren que puede amenazar el desarrollo de su pensamiento crítico.
Pero claro que no todos piensan igual: otros creen que los códigos del celular representan apenas "otro registro" de la lengua escrita y que pasará a la historia sin dejar huellas como otros miles de lenguajes adolescentes y juveniles.

¿El lenguaje que viene?

Si algo caracteriza al "idioma de los celulares" es el afán por abreviar. En ése marco algunas de las reglas básicas que identifican al novedoso lenguaje son: supresión de la letra "H" y de las mayúsculas en todos los casos; de la "E" -sobre todo cuando sigue a una consonante-; de los acentos y de la mayoría de los signos de puntuación. En ocasiones se conservan los signos de pregunta o admiración, pero se colocan sólo detrás de la frase. En virtud de estos lineamientos, por ejemplo, la popular frase "¿Qué hacés?" se transforma en "k acs?".
La letra "X" reemplaza a la "CH" (se escribe Xat en lugar de Chat) y la "Y" a la "LL" (llave se transforma en yav). Se aprovecha todo el sonido de las consonantes (casa se transforma en ksa) y las frases más comunes se abrevian con sus iniciales (NPH es no puedo hablar).
Generalmente los números se mezclan con las letras para formar palabras en un juego alfanumérico del que resultan expresiones como "m 100to bn" para decir "me siento bien" y se da una especial importancia a las onomatopeyas.
Algunas de estas normas básicas aparecen en el primer diccionario MSM, lanzado por una compañía de celulares en 2004 y bautizado por Karina Weisman, desde un artículo del portal Educ.ar irónicamente como el "Diccionario de la Real Academia Celular". Un exponente de las nuevas formas expresivas vinculadas a los celulares y a Internet que en algunos sitios de la red hay quienes ya denominan Tecnoñol.

Los estudiosos del tema opinan que la intención de ahorrar y la de crear un lenguaje críptico no son las únicas detrás de esta forma expresiva. Y ponen el acento en un elemento que consideran insoslayable: la moda. Hoy escribir de esta forma es "cool" y eso hace que en los últimos meses algunos adultos hayan empezado a ensayar el lenguaje de los adolescentes a la hora de mandar sus propios mensajes.
Son los mismos estudiosos que creen que, comparado con otras jergas juveniles, esta tiene más posibilidades de permanecer y expandirse de la mano de las nuevas tecnologías que, como la de los celulares, se hacen más cómodas y menos costosas ganando cada día nuevos usuarios.
Es en ese marco que amantes y detractores cruzan espadas en una polémica donde lo que se debate es el impacto de esta jerga en el idioma y sobre todo en la capadidad de expresión de los más chicos, que convierten el uso de los celulares y de los mensajes de texto en un hábito cotidiano.
En este sentido, la escuela funciona como un termómetro del impacto del argot en la expresión de los adolescentes. Los docentes dicen que en los trabajos prácticos y exámenes entregados por los chicos se detectan con frecuencia abreviaturas arbitrarias y a contramano de la norma, inspiradas en el chat y en los mensajes de texto. Y dice que el panorama se agrava si se considera que "el 80% de los alumnos no lee fuera de la escuela y la mayoría tiene serios problemas de puntuación".
A la luz de esta percepción, en algunas escuelas porteñas -y en algunos sitios de Internet- se empieza a sugerir una solución: comenzar a trabajar en el aula con los "mensajitos", basando las lecciones de ortografía y gramática en la correción de los errores difundidos en aquellos y buscando captar así un mayor interés de los pibes en las clases.
Lo paradójico es que los propios chicos reconozcan que a veces no entienden lo que quieren decir los mensajes que reciben.

Pero... ahí está el negocio

Más allá de la polémica, los mensajes de texto representan un fenómeno de crecimiento vertiginoso, con numerosas aristas sociales y económicas, que cambia hábitos y mueve millones. Los datos manejados por la consultora Price & Cook -que estudió el fenómeno- indican que en la Argentina se envía un promedio de 66 millones de mensajes de texto por día desde 17 millones de líneas de celular y que el segmento que más usa el servicio SMS es el de los menores de 25 años. Del mismo estudio se desprende que hoy el 81% de los usuarios de celulares envían mensajes de texto.
El primer sistema digital europeo (GSM de Global System for Mobile Communication), conocido vulgarmente como sistema celular de segunda generación (2G), se comenzó a implantar en 1992, y en 1995 operó por primera vez en España; con él se puso en marcha el sistema de transmisión de mensajes cortos de texto, SMS (Short Messaging Service), y el acceso a Internet mediante la tecnología WAP (Wireless Application Protocol).El efecto de esta tendencia se nota sobre todo en las escuelas, donde el timbre del recreo desata la fiebre de los mensajes. Basta conque suene el timbre para que los chicos salgan a leer y escribir mensajes. Eso los que tienen celular. Los que no piden uno prestado. Los mensajes se utilizan sobre todo para charlar con amigos, que normalmente son muy breves y concisos y que el uso del servicio se potencia los fines de semana, cuando hay que "arreglar para salir”.
Los especialistas creen que la intención de ahorrar dinero -cada mensaje cuesta entre 10 y 12 centavos, pero tiene un límite de entre 150 y 160 caracteres- espacio en la pantalla de los telefonitos y tiempo, llevó a los usuarios adolescentes a crear la jerga de la polémica. Una jerga que se convirtió en moda y que ya trascendió la pantalla de los celulares para colarse en la publicidad, en los libros -en Francia apareció recientemente el primero escrito íntegramente en lenguaje SMS- y hasta en las pruebas escritas y los trabajos que presentan los adolescentes en las escuelas, lo que genera más de un dolor de cabeza a los profesores. Frente a esa jaqueca inesperada hay quienes se rasgan las vestiduras y otros que decidieron tomar el toro por las astas: en algunas escuelas porteñas, por caso, ya existe el proyecto de enseñar gramática y ortografía a partir de la correción de mensajes de texto en clase.

¿Y el papel de los medios?

Los medios masivos de comunicación, a través de sus estrategias comerciales y la emisión permanente de publicidades audiovisualmente hablando muy atractivas, son grandes impulsores del uso de este tipo de mensajes. Pues se sabe que los medios viven de las publicidades y que la gran mayoría de los anunciantes con los que cuentan son empresas de telefonía móvil (Personal, CTI, Movistar) porque son los que invierten más dinero en publicidad, sobre todo dirigidas específicamente al público adolescente y joven.
Envía un mensaje con la palabra tal y ganarás tal premio, mandá la palabra X al 5454 y obtené horóscopo todos los días, envianos determinada palabra al número que aparece en pantalla y conocé lo que va a pasar en el próximo capítulo de la novela, etc, ect, etc. Así se puede ver que con sus publicidades los medios invaden todo el espectro de la vida cotidiana de las personas, y los adolescente –el pñublico mas endeble ante este avance publicitario arrollador- son los que más afectados por el masivo fenómeno de los SMS.
Es más que determinante también la influencia del mercado del rington, el cual es un producto m

¿Y qué más decir?

Ante semejante panorama no queda casi nada por decir. Pues es un mundo absolutamente globalizado, en el cual las tecnologías en general -y las relacionadas al campo de la comunicación y la información en particular- cumplen un papel relevante en cuanto a su legitimación, expansión y mantenimiento, ya no queda nada por objetar, pues la tecnología todo lo sabe, todo lo resuelve y todo lo puede.
No obstante la esperanza de que un uso reflexivo de las nuevas tecnologías sea posible no es tan descabellada. Sólo es necesario el aporte de cada uno de nosotros, pero fundamentalmente de las instituciones, y aún más específicamente de la escuela.

Luis Emanuel Cecchini
DNI: 29.995.975
Estudiante de Ciencias de la Comunicación
Universidad Nacional de Villa María
Luis_cecchini@hotmail.com


Fuentes: Diario El Día: http://www.eldia.com.ar/ - http://www.educ.ar/

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