lunes, septiembre 25, 2006

Época de florecimiento


Desde el nacimiento de la primavera, el día del maestro, el día de los estudiantes, este mes de septiembre puede tener una simbología propia. Algunos dirán que es tiempo de enamorarse, de festejar con los compañeros, de reconocimiento de la tarea de los maestros argentinos.
Asimismo, creo que es una época de florecimiento: estadio donde juega la juventud, la energía esperanzadora de miles de muchachos y muchachas,

Este nacimiento de juventud colabora con el hambre de ser nuevos protagonistas del país sucesivamente desvastado en los más amplios espacios. Desde la producción alienante de cultura por grandes cadenas de medios, al temor participativo de la generación 80 del siglo XX.

Por esto, el tendernos un puente, un espacio de renovada esperanza, voluntad y acción para desafiar la inmensidad destructora que nos rodea, en la ciudad y en el mundo.
Podemos escuchar una “canción de amor mientras tanto”, pero ya sin renovar viejos temores, saliendo al sol a lustrar las utopías.

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